Muchas personas que se acercan a la bolsa lo hacen con la mentalidad equivocada, y siendo conscientes que la psicología puede hacerte ganar o perder mucho dinero, veo necesario hablar de este tema.
Vamos a abordar las diferencias entre invertir y especular, con ejemplos de empresas que han sido objeto de una y la otra y los rendimientos a largo plazo.
Cuando hablamos de mover nuestro dinero con la esperanza de obtener ganancias, dos palabras suelen aparecer con frecuencia: invertir y especular. Aunque a veces se usan como sinónimos en conversaciones informales, en realidad representan dos enfoques muy distintos frente al dinero y al riesgo.
1. INVERSIÓN
Invertir es poner tu dinero en un activo —como acciones, bonos, bienes raíces o un fondo de inversión— con la expectativa de obtener rendimientos a largo plazo. En este proyecto nos enfocamos en invertir para crear valorar a largo plazo para poder mejorar tu vida progresivamente en activos que te den dinero a lo largo del tiempo.
La palabra clave de la inversión es tiempo. Cuando eres inversor, no buscas hacerte rico de la noche a la mañana. Tu objetivo es hacer crecer tu capital de forma sostenida y gradual.
Existen varias formas de invertir según tu perfil:
- Comprar acciones de una empresa sólida y mantenerlas durante años.
- Invertir en un fondo indexado que sigue al mercado.
- Adquirir una propiedad para alquilarla a largo plazo.
En general, invertir implica un análisis racional, evaluación de riesgos y paciencia. El enfoque está en los fundamentos del activo: ¿tiene valor real?, ¿es rentable?, ¿tiene futuro?
2. ESPECULACIÓN
Cuando especulamos, compramos un activo porque creemos que va a subir su precio, en un tiempo relativamente corto y buscando aprovechar las fluctuaciones de la bolsa de valores.
Algunas personas que se acercan por primera vez al mercado, utilizan esta forma de obtener rentas económicas (ganancias de dinero), por lo que compran y venden activos en plazos cortos, a menudo sin importar mucho el valor subyacente del activo. Lo que les interesa es el movimiento del precio.
Uno de los ejemplos más recientes son mediante criptomonedas: Si no se hace una investigación del proyecto que está detrás de esa criptomoneda, podemos caer en especulaciones, como meme coins, cuyo valor suele estar respaldado por la percepción del mercado y la capacidad de generar interés en redes sociales.
Aunque pueda resultar atractivo en primera instancia para quien no está acostumbrado al mercado, también puede ser una trampa que puede hacer que disminuyas tu patrimonio en vez de aumentarlo, como inicialmente buscabas.
Otro error común del inversor novato, es intentar hacer trading con acciones, el cual vamos a explicar más extensamente en el siguiente apartado.
La especulación puede ser muy rentable, pero también muy arriesgada. Aquí el análisis fundamental muchas veces se reemplaza por el análisis técnico, rumores, modas o incluso simples corazonadas.
Trading
El trading implica comprar y vender activos financieros (acciones, criptomonedas, divisas, futuros, etc.) en plazos cortos: puede ser en cuestión de días, horas o incluso minutos. El objetivo principal es aprovechar las fluctuaciones de precio a corto plazo para obtener ganancias rápidas.
- El objetivo del trading es obtener beneficio por movimientos de precio, no necesariamente por el valor real del activo.
- No se realiza un análisis fundamental del activo, al contrario de lo que se recomienda en la inversión como tal.
- Persiste una alta rotación de capital y un enfoque fuerte en el tiempo y el “timing”.
Dentro del trading podemos diferenciar en:
- El day trading o scalping (operaciones intradía) son 100% especulativos.
- El swing trading (operaciones que duran días o semanas) también suele ser especulativo, aunque a veces puede incluir algo de análisis fundamental.
- El llamado position trading, donde se mantienen posiciones durante varios meses, puede acercarse más al enfoque inversor… si se basa en fundamentos sólidos.
Entonces, ¿el trading es malo?
No necesariamente. Especular no es sinónimo de apostar a lo loco, pero sí implica mayor riesgo, velocidad y disciplina. Hay traders profesionales que manejan estrategias sólidas, gestionan riesgos y entienden perfectamente el juego.
El problema aparece cuando alguien cree que está invirtiendo cuando en realidad está especulando —por ejemplo, comprando y vendiendo criptomonedas por intuición, sin estrategia ni control de riesgo.